Antes que todo, quiero empezar diciendo que AMO los hostales. Muchos prefieren lugares más privados y con menos ruido, pero a mí me encanta todo el movimiento y mezcla de culturas que se crea en ese espacio común. No soy una experto, pero sí te puedo dar un par de consejos para hacer de tu estadía algo genial. Y es que sin las precauciones necesarias la experiencia de pasar la noche aquí puede ser bastante desagradable. Hay olores, texturas y cosas extrañas que querrás evitar y yo te enseñaré cómo:
1. Siempre ten tapones para los oídos a mano
Si quieres tener una noche de descanso decente no te puedes olvidar de este gran detalle. En los dormitorios siempre hay mucho movimiento: gente borracha intentado llegar a su cama, amigos conversando, parejas cariñosas y gente ordenando sus mochilas en la mañana. Pero si TÚ eres famoso por roncar muy fuerte, puedes comprar tapones para la gente de tu habitación y disculparte anticipadamente. Te ahorrarás pensamientos y palabras de odio.
2. No se te ocurra bañarte con pies descalzos
¿Sabes cuántas personas se han duchado aquí antes? Exacto. Ponte tus sandalias playeras y disfruta tu ducha.
3. Mantén tus pertenencias valiosas dentro de tu casillero
Pasaporte, computador, cámaras fotográficas e incluso el cable para cargar tu teléfono (a mi me lo robaron dos veces hasta que entendí que era un bien preciado). No te confíes de quienes duermen junto a ti, lo mejor es tener estas cosas dentro de tu casillero con candado. Si tu hostal no tiene esta opción, muchas veces ofrecen la posibilidad de guardar tus pertenencias dentro de una caja de seguridad en la entrada. ¡No lo tomes a la ligera!
4. Compra un bolso refrigerante para la nevera
Alguna gente es tan malvada que se come tus alimentos. Si estabas esperando el momento ideal para devorar ese delicioso yogurt que tenías guardado, debes considerar que quizás ya no siga ahí. Para evitar estos “robos hormiga”, descubrí que lo mejor es comprar un bolso pequeño con cierre que sea apto para la nevera, a este le pones un candado pequeño y ¡voilà!
5. Cocina antes o después de las horas populares de la cena
Es lo más inteligente que puedes hacer para librarte de toneladas de estrés. Si viste que durante el desayuno y la comida habían varias personas en la cocina, no te imaginarás la locura que se vive durante la cena. Todos vuelven hambrientos de sus actividades diarias y empiezan a cocinar entre las 7 y 9 de la noche. Yo descubrí que lo mejor era comer algo pequeño a las 6 y cocinar cuando el área estaba más vacía.
6. Si no te gustan los gérmenes, compra toallitas desinfectantes
Si los platos no se ven limpios, probablemente los baños tampoco sean un ejemplo de buena limpieza. Hay algunas personas que no se preocupan de este tema, pero si tienes tus reservas la solución para ti es andar con toallitas desinfectantes y limpiar las superficies que te parezcan sospechosas.
7. Cada mañana revisa el estante de la comida gratis
La mayoría del tiempo, las personas que dejan el hostal no pueden/quieren cargar sus alimentos con ellos y la dejan en un estante de “comida gratis“. Esto suele ocurrir temprano en la mañana, así que si deseas ahorrarte un par de dólares en compras debes despertarte temprano y correr a este lugar antes que todos hayan visto los tesoros escondidos.
8. Hazte amig@ del staff
No sólo son las personas que más conocen el área y te pueden dar los mejores consejos, sino que también son los encargados de pasar la aspiradora en la mañana, guardar la comida que deja la gente y organizar las entretenidas noches de fiesta. Si tienes cualquier problema, ellos son los encargados de solucionarlo.
9. Consigue un trabajo y no pagues alojamiento
Muchos hostales buscan personas que deseen trabajar un par de horas a cambio de no pagar por alojamiento. Por ejemplo, yo trabajé limpiando las piezas de mi hostal durante 2 doras diarias y dormía gratis. Si planeas quedarte en tu destino durante un largo tiempo, esta es definitivamente tu mejor opción.
10. Baja tus expectativas
¡Cambia tu actitud! Primero que todo debes entender que estás en un lugar fuera de casa, con otras costumbres que no tienen por qué ser similares a las tuyas. Segundo, cuando veas el lado positivo de quedarte aquí y olvides los pequeños detalles lo pasarás mucho mejor que quejándote por todo. Tercero, probablemente no estarás mucho tiempo en tu habitación. Cuando adoptes esta actitud positiva y bajes tus expectativas, será imposible que lo pases mal.
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