A mitad de camino entre las ruinas mayas de Chichen-Itzá y la ciudad yucateca de Mérida se vislumbran los colores amarillos que tiñen muros y fachadas de Izamal, considerado uno de los pueblos mágicos de México. El trazado cuadriculado propio de las ciudades de nueva planta apunta a un mismo lugar, el que fuera Convento de San Antonio de Padua, donde la figura histórica del fraile franciscano Diego de Landa que manejara los hilos durante los albores de la conquista sigue imponiendo respeto.
Izamal es uno de los lugares más bellos del Estado de Yucatán y, sin duda, merece la pena hacerle una visita. Porque su empedrado rezuma sosiego, el amarillo de las paredes hipnotiza y el rumor de que estamos en uno de los pueblos mágicos más bellos de todo México se vuelve cierto…
CONOCIENDO IZAMAL, EL PUEBLO AMARILLO
Izamal es el Sol, la lengua vernácula de la Naturaleza del Mayab que ilumina este pedacito privilegiado de tierra ancestral labrada por la tradición, el dolor y un nuevo amanecer. Contagiada por los ecos de su propia Historia sorprende haya escapado a las rutas y excursiones de los Todo incluido de Riviera Maya, que no quedan muy lejos. De hecho Mérida o Chichen-Itzá se encuentran a algo menos de 70 kilómetros de este emplazamiento que forma parte de la lista de los pueblos mágicos que posee México. Para ello cumple todos los criterios establecidos como conservar una bella arquitectura, ser testigo de grandes historias y que sus habitantes mantengan tradiciones ancestrales. Izamal lo tiene todo. Y por eso es una de las visitas más recomendables que se pueden hacer en el Yucatán.
A las afueras del casco histórico sobresale la Pirámide Kinich Kakmó, una de las más voluminosas del mundo maya y que está intrínsecamente relacionada al sacerdote deificado Itzamná, cuyo nombre derivó en la actual Izamal. Esta ciudad maya de cerros, pirámides y tumbas fue de gran importancia en la Península del Yucatán y quizás esa fuera una de las razones por las que se inicidió en tiempos de las colonias en arañar tradiciones y eliminar lugares sagrados para facilitar las labores de evangelización de personajes como Diego de Landa, artífice de uno de los autos de fe y quema de ídolos y códices más excesivos y crueles de aquella época (algo por lo que fue llamado a venir a España por Felipe II para ser juzgado).
Izamal fue fundada como nueva encomienda a mediados del siglo XVI. Para ello fueron destruidos numerosos templos, ubicándose uno de los más importantesen el cerro sobre el que se construyó el símbolo actual de este pueblo mágico, el ex Convento de San Antonio de Padua, ahora dedicado a la Inmaculada Concepción (Nuestra Señora de Izamal) por la presencia de una talla que el propio Diego de Landa trajo de Guatemala (aunque fue pasto de un incendio y sustituida por otra). Con un atrio de 75 arcos que abraza toda una explanada y sólo superado en tamaño por San Pedro del Vaticano, es el gran dominador e icono de Izamal. Aquella es una visita ineludible y en la cual la fusión de amarillos y blancos en muros y pilastras se convierte en una auténtica delicia. Pasear por las galerías y llegar a escuchar hablar al calor y al cielo más azul que uno se pueda imaginar es parte de la esencia del símbolo izamaleño por excelencia.
Sin lugar a dudas izamal es un pueblo que debe de visitarse para obtener increibles postales y consentir a los ojos.
¿Que te pareció? Escríbelo en los comentarios.