Por: Fernanda Huerta
Ubicado en Guanajuato se encuentra uno de los lugares que ha sido considerado patrimonio cultural de la humanidad, así es San Miguel de Allende, un pueblito del estilo colonial más puro pero hermoso que has podido admirar en todo el mundo.
Es como ir de vuelta al pasado y viajar a la época en la que fue construido este lugar, comenzando con la Parroquia de San Miguel Arcángel, labrada en cantera rosa contiene unas torres neogóticas que en su momento le causaron mucho conflicto al arquitecto de la obra, esto se debe a que en el momento en el que fue reconstruida notaron que desentonaba totalmente con el lugar, sin embargo, el día de hoy es una joya arquitectónica.
Alrededor de la parroquia principal encontrarás casas coloniales que a lo largo de los años han sido convertidas en museos o galerías de arte bastante accesibles al público además de restaurantes y fonditas para degustar de la comida de la región embriagando tu paladar con una explosión de sabores mexicanos.
Y si eso no es suficiente para ti, encontrarás aguas termales que son producto de la actividad sísmica que hubo en la zona en el pasado, se cree que las aguas termales oxigenan el cuerpo y rejuvenecen la piel, así que si deseas relajarte y liberarte de las toxinas en tu cuerpo a causa del estrés de la ciudad es recomendable visitar estas hermosas aguas.
Pero si te gusta mucho más un paseo de aprendizaje podrás visitar los viñedos que se encuentran en su interior, los cuales te podrán recordar a La Toscana, esto se debe a su estructura superficial y un largo pero hermoso recorrido que te hará observar el proceso que lleva el vino para llegar a ser una de las bebidas que más se disfrutan.